El alumnado con necesidades educativas especiales aquel que requiere, por un periodo de escolarización, una atención específica, derivada de diferentes grados y tipos de capacidades personales de orden físico, psíquico, cognitivo o sensorial.
Así, se considera atención específica la aplicación de medidas específicas que impliquen, necesariamente, la dotación de recursos personales, como, por ejemplo, la maestra de Pedagogía Terapéutica y materiales específicos, como pueden ser ayudas técnicas para el desplazamiento o la adaptación del mobiliario escolar.
En este sentido, Dolores Castillo, es maestra de Pedagogía Terapéutica, tras estudiar Educación Especial en la Universidad de Granada y Psicopedagogía en Jaén. Desde bien pequeña ya sabía que se quería dedicar a la educación del alumno con necesidades educativas especiales, ámbito en el que tiene una gran experiencia.
Una vez aclarado esto, la respuesta educativa del alumnado con NEE viene determinada en su informe de evaluación psicopedagógica que contemplará las medidas tanto generales como específicas para su atención educativa. Por su parte, es en el dictamen de escolarización, un informe fundamentado en la citada evaluación, el que determina las necesidades del alumno, la modalidad de escolarización y la propuesta de ayudas, apoyos y adaptaciones que cada alumno o alumna requiera.
Todas las actuaciones que realicemos con los alumnos se regirán por los principios de normalización e inclusión.
Se procurarán metodologías favorecedoras de la atención a la diversidad, como norma general, se tendrá en cuenta la organización de los espacios: correctamente iluminados, que faciliten la interacción del grupo/clase, la ubicación del material accesible para todos y la flexibilidad horaria que permita que las actividades y tareas propuestas se realicen a distintos ritmos. Todo dependerá del alumno/a o grupo de alumnos que en ese momento sea atendido por el P.T. en el aula de apoyo.
Otros recursos para garantizar el aprendizaje y el éxito escolar del alumnado con NEE son las adaptaciones curriculares significativas, modificaciones en la programación didáctica y programas específicos que tienen el objetivo de favorecer mediante la estimulación de los procesos implicados en el aprendizaje (percepción, atención, memoria, inteligencia, metacognición, estimulación y reeducación del lenguaje y la comunicación, conciencia fonológica, autonomía personal, gestión de las emociones, autoconcepto, autoestima, etc.) que le faciliten la adquisición de las competencias clave.
La diferencia está en la aplicación de medidas específicas (adaptaciones de acceso, adaptaciones curriculares no significativas, programas específicos) que pueden implicar recursos personas (maestro de PT, profesional técnico en integración social, intérprete de lengua de signos) materiales específicos (ayudas técnicas para el uso del WC, ayudas tiflotecnológicas) para el desarrollo de sus capacidades personales.
Aquí me gustaría decir que el concepto ACNEAE (Alumnado Con Necesidad Específica De Apoyo Educativo) engloba también al alumnado con dificultades de aprendizaje, al que precisa acciones de carácter compensatorio y al de altas capacidades.
Lo más gratificante es ver los avances que realizan los niños, especialmente, en el ámbito de la autonomía personal. También ver como te conviertes en la persona de referencia en el ámbito escolar para ellos, es algo muy gratificante y reconfortante.
Obviamente la coordinación con la familia es fundamental, la comunicación debe ser bidireccional, es importante que algunos aprendizajes que se desarrollan en el aula, como por ejemplo los relacionados con habilidades sociales, se generalice en el ámbito familiar y social. Las familias pueden colaborar en las actividades educativas del los centros escolares a través de la AMPA o la escuela de padres.
Puedo afirmar que la mayoría del alumnado con NEE, en muchos momentos de su escolaridad, son conscientes de su falta de habilidades para hacer cosas o para desenvolverse de forma más eficaz que el resto de compañeros. De hecho, estas situaciones generan en ellos mucha frustración y también son alumnos con baja autoestima y falta de habilidades sociales, lo que puede en algunos de ellos provocar aislamiento escolar.
Por supuesto, uno de los principios y fines de la educación es ese: la concepción de la educación como un aprendizaje permanente, que se desarrolla a lo largo de toda la vida. Y más si cabe en este alumnado que se extenderá hasta los veintiún años.
Después de la escolarización obligatoria, y dependiendo siempre de las necesidades de cada uno, necesitarán seguir desarrollando sus habilidades para la vida en el hogar. Por ejemplo: ordenar y limpiar su habitación, ayudar en las tareas domésticas. También tienen que desarrollar habilidades para la salud y la seguridad, como seguir normas de seguridad o alejarse de un peligro, y habilidades para el auto cuidado, como vestirse, bañarse o elegir su ropa. En la mayoría de los casos supervisados por un adulto.
La escuela pública no cuenta con un gran número de recursos de forma cuantitativa, pero la experiencia demuestra que los maestros/as de Educación Especial hacen mucho con poco. Somos nosotras las que levantamos la clase, porque si no hay recursos, una buena P.T. los crea, porque es una profesional que vive y siente su profesión con mucha vocación.
Creo que cada vez la sociedad se está concienciando pero a pasos lentos. Además, el cine y la televisión ayudan a la normalización y visibilizarían de estas personas. No obstante, se deberían hacer más cosas.
Se me ocurren, por ejemplo, campañas de publicidad protagonizadas por niños/as con NEE de las grandes firmas de ropa infantil, es decir, hacerles presentes en la vida cotidiana. Resaltar la incorporación al mundo del trabajo de personas con diversidad funcional, que desarrollan su jornada laboral de cara al público. Se avanza despacio pero a pasos firmes para lograr la inclusión social.